Según un estudio realizado por la empresa Kumon, en América Latina solo el 25 % de los alumnos que cursan preescolar y educación básica -sobre todo en matemáticas- aprovechan las clases a distancia.
El 55% de este alumnado está siendo afectado en la
adquisición de nuevos y sólidos conocimientos, según el documento de Kumon.
Allí se agrega que apenas el 25% de los alumnos aprovechan las clases a
distancia y el 98 por ciento de los niños de preescolar requiere de un adulto
para asistirlo y apoyar en su desempeño académico.
En el caso de los niños de preescolar, es necesario
fortalecer sus habilidades y motivación para estudiar. Recordemos que este es
el momento óptimo para fomentar el hábito de estudio y dominio de las
matemáticas. Así lo asegura Daniela Rosales, gerente de Kumon México.
De acuerdo con los resultados del último informe de Psia
2018, la mitad de los estudiantes en dicho país no alcanza niveles suficientes
para desenvolverse en la sociedad: el 45 por ciento no logra los aprendizajes
suficientes en lectura, 56 por ciento en matemáticas y 47 por ciento en
ciencias.
Esto se puede revertir desde nivel preescolar donde es
fundamental que los niños tengan las bases para el desarrollo de hábitos de
estudio y dominio de las matemáticas, dijo Rosales. Por ello, desde preescolar
se puede anticipar y dar al menor las herramientas para el dominio de las
matemáticas, que le servirá para otras asignaturas y en su vida futura no será
un impedimento incluso para elegir una carrera universitaria que les apasione.
Problemas de conducta y bajo rendimiento académico, efectos de la pandemia en niños y adolescentes
Cambio en los hábitos, medidas restrictivas y de seguridad.
La salud mental de los más pequeños también se está viendo afectada como
consecuencia de los efectos colaterales que el Coronavirus está generando.
Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables en este
tipo de situaciones de crisis, ya que los efectos de una pandemia pueden
repercutir negativamente en su estado físico y emocional.
Se observa una reducción en el rendimiento académico y un
déficit en las habilidades sociales tanto por la implantación del sistema
online como por el confinamiento de las aulas. Se ha incrementado
exponencialmente el uso de redes sociales y videojuegos, con la consiguiente
dificultad en el control parental de los mismos.
Debido a que la familia en estos tiempos se ha convertido en
el principal núcleo del desarrollo de la vida de los hijos, deben ofrecérsele
las estrategias necesarias para prevenir y manejar los problemas de los niños,
además de generar recursos específicos para no poner en riesgo la salud de la
comunidad.